¿ES CORRECTO QUE UN CRISTIANO SE HAGA UN TATUAJE?
Para responder a esta pregunta, necesitamos ver lo
que la Biblia dice acerca de esto.
Levítico 19:27-30: “27No haréis tonsura
[rapar, pelar] en vuestras cabezas, ni dañareis la punta de vuestra
barba. 28Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni
imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Dios. 29No contaminarás a tu hija
haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de
maldad. 30Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en
reverencia. Yo Dios.”
En estos versículos se nos prohíbe que
hagamos cuatro tipos de "cortes":
- Corte de pelo de la cabeza.
- Corte de pelo de la cara o barba.
- Corte en el cuerpo.
- Inscripción de signo alguno en el cuerpo, lo cual
implicaba un tipo de “Corte en la piel”.
¿Qué es lo que prohíben expresamente estos cuatro
mandamientos? Para entender estos cuatro mandamientos debemos considerar el
significado de las palabras en su contexto inmediato así como en el más amplio
contexto del Antiguo Testamento, y en el del mundo antiguo en el que la Ley fue
dada.
Como puede ver, tatuarse se menciona en el contexto
de prácticas paganas antiguas. El contexto en Levítico también les dice a los
Israelitas no raparse o pelarse la corona de la cabeza ni dañarse la punta de
la barba. Aparentemente, esta era la costumbre de los Egipcios y el pueblo de
Dios fue llamado para estar separados de ellos. Pero, ¿por qué ese detalle
acerca del cabello? Dios estaba preocupado acerca de las creencias
supersticiosas de los Egipcios, los cuales se afeitaban la cabeza y la barba
por un trasfondo religioso debido a su paganismo. Si éste fuera el caso,
entonces, el pueblo de Dios ciertamente estaba llamado a estar separado de las
falsas religiones de sus pueblos vecinos y por ende, de sus supersticiones.
(Nota del Traductor: De acuerdo al Comentario Bíblico Moody del Antiguo
Testamento, 1993, página 108 y con relación al versículo 27, la tonsura era una
antigua costumbre religiosa Árabe. Tal prohibición de esta costumbre era
necesaria si se debía distinguir entre los Judíos y los paganos.)
"Cortar en redondo el borde de tu cabeza"
significa cortar el pelo alrededor de los lados de la cabeza. Muchos exégetas
asocian esto con el "corte de cuenco pagano”. Un corte de cuenco era un
antiguo corte de pelo con significado pagano que se realizaba poniendo un
cuenco redondo sobre la cabeza y cortando todo el pelo que quedaba expuesto al
exterior. Sin embargo, cuando la prohibición de cortarse el pelo se repite en
Deuteronomio 14:1-2 leemos: "... no os haréis incisiones ni os raparéis
calvicie entre los ojos a causa de un muerto". Puesto que la mayor parte
de la gente no tiene pelo digno de mención "entre los ojos", esta
frase es normalmente entendida con el significado de pelo en la frente, sobre
los ojos. Teniendo esto presente, aprendemos dos cosas de Deuteronomio 14. En
primer lugar, vemos que la prohibición no necesariamente se refiere a un corte
de pelo estilo cuenco, sino a hacer alguna calva próxima al borde de la cabeza.
En segundo lugar, vemos que la prohibición está específicamente referida a un
contexto fúnebre. Es decir, lo que está prohibido es hacer una calvicie (tonsura)
en la cabeza como un acto de luto "por una muerte". En tiempos
antiguos, cuando alguien se moría sus parientes vivos estaban tan afligidos que
se cortaban la piel hasta sangrar y afeitaban calvas en sus cabezas.
Aunque, al lector moderno cortarse el pelo pueda
parecerle un acto extraño de luto, ésta era una práctica común en el mundo
antiguo. De hecho, incluso la Ley permite a los no Israelitas realizar esta
despreciable practica fúnebre en ciertos contextos. Esto es lo que leemos con
respecto a la mujer Gentil cautiva: "Ella se rapará la cabeza... se
quedará en tu casa llorando por su padre y por su madre un mes entero" (Deuteronomio
21:12-14). Como un acto de misericordia, la Ley permite a las mujeres
irreligiosas afeitar su cabeza mientras se lamentan por la reciente muerte de
su padre y su madre (cf. Deuteronomio 20:13-14). Ésta práctica de hacerse
calvicies en la cabeza también la mencionan los profetas. Así leemos "Cambiaré
vuestras fiestas en lloro y todos vuestros cantares en lamentaciones; haré que
toda cintura vista harpillera y que se rape toda cabeza (hagan calvicies). Y
volveré la tierra como en llanto por el hijo único, y su final será como día
amargo". (Amos 8:10) Del mismo modo leemos: "Hazte calvez,
y ráete la cabeza, por los hijos de tu deleite. Ensancha tu calvez como el
buitre, porque se te han ido en cautiverio". (Miqueas 1:16).
Éstos son sólo dos de los muchos versículos
relacionados con la práctica, en tiempos antiguos, de hacerse calvicies como
acto de luto junto con los lamentos, rasgarse la ropa y vestirse de harpillera.
Así cuando se nos prohíbe en Lev 19 y Deuteronomio 14 "no os
haréis incisiones ni os raparéis a causa de un muerto" el significado
es que no podemos rasurar nuestra cabeza ni ninguna otra parte de nuestro cuerpo
como acto de luto o tristeza. No hay nada en el mandamiento de Lev 19 que
implique que debamos dejar crecer los bordes del pelo o patillas. La única cosa
prohibida en Lev 19:27 es afeitarse la cabeza como un acto de luto. El que uno
se afeite la cabeza por razones estilísticas no supondría prohibición alguna en
absoluto.
Por tanto hemos visto que al Israelita se le
prohíbe hacer cortes en su carne y rasurar parte de su cabeza como actos de
luto "por un muerto". En Levíticos 21 vemos una prohibición
similar que se aplica específicamente a los descendientes de Aarón. En
Levíticos 21 a los Kohanim se les prohíbe volverse ritualmente impuros por un
muerto a excepción de sus parientes cercanos. Después de mencionar la lista de
parientes por los que un Kohen puede volverse impuro leemos:
"No se contaminará como cualquier hombre de su
pueblo, haciéndose impuro. No harán tonsura en su cabeza, ni raerán la punta de
su barba, ni en su carne harán incisiones". (Levíticos 21:4-5)
El contexto del pasaje está explícitamente referido
a lo relacionado con un muerto. En este caso, a los Kohanim se les prohíbe
varias prácticas del luto. No sólo se le prohíbe que entren en contacto con los
cuerpos muertos de sus amigos difuntos, sino que también se les prohíbe que se
contaminen haciéndose calvas en sus cabezas, así como que afeiten sus barbas, y
corten su piel. Vemos aquí que tres de las prohibiciones de Lev 19 y
Deuteronomio 14 se repiten en Levíticos 21. En los tres pasajes los contextos
implícitos y explícitos son de prácticas fúnebres.
Todas las personas de la antigüedad sabían que uno
se corte la piel o se afeite la cabeza es un acto de luto y son estos actos de
lamento los que están prohibidos en Levítico 19. Aunque las connotaciones de
luto en los actos de cortarse la carne y afeitarse no pueden ser obvios para
lector moderno, hemos visto que la propia Ley así como los profetas posteriores
los consideran como actos característicos de luto junto con el llorar y el
vestirse de harpillera. Hay que hacer notar que el Nazareo hace un voto de no
afeitar su cabeza (Números 6:5). Al final del periodo de abstención, el Nazareo
afeita toda su cabeza, tal nosotros leemos: "... el día que se cumpla
el tiempo de su Nazareato vendrá a la puerta del Tabernáculo de reunión...
Entonces el nazareo se afeitará su cabeza consagrada a la puerta del
Tabernáculo de reunión, tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los
pondrá sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz" (Números
6:13).
La razón por la que al Nazareo se le permite
afeitar toda su cabeza es porque que él no está haciéndolo como un acto de
luto. Del mismo modo leemos en 2Samuel 14:26 que todos los años Absalom, el
hijo de Rey David, dejaba crecer su pelo y después afeitaba su cabeza. De
nuevo, éste no era un acto de luto y en consecuencia le estaba permitido
afeitarse la cabeza. ¿Dado que destruir / afeitar la barba es mencionado en el
contexto de los ritos de luto prohibidos en Levíticos 19 y 21, debemos
preguntarnos si también afeitarse la barba era un rito del luto prohibido? En
otras palabras, ¿la prohibición de afeitarse la barba es una prohibición
general para todas las ocasiones o está exclusivamente prohibido como acto de
luto o tristeza?
Quizás la primera pista con respecto al afeitado de
la barba de uno es la purificación ritual del "leproso". Leemos en
Levíticos 14:9: "Al séptimo día se afeitará todo el pelo de su
cabeza, la barba, las cejas de sus ojos, o sea, todo su pelo; lavará sus
vestidos y bañará su cuerpo en agua, y quedará limpio". Vemos que en
ciertos contextos a una persona se le exige afeitarse la barba e incluso que es
un acto de purificación. Del mismo modo, leemos sobre la consagración de los
Levitas: "Así harás para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua de
la expiación y haz pasar la navaja por todo su cuerpo; ellos lavarán sus
vestidos y así quedarán purificados". (Números 8:7). De nuevo vemos que el afeitarse la barba e incluso
todo el pelo no sólo está permitido sino que puede ser un acto de purificación.
¡Por el contrario, la prohibición de Levíticos 19 recae sobre afeitarse la
cabeza o la barba como actos de luto!
Que afeitarse la barba era un acto de luto en
tiempos antiguos resulta evidente a partir de muchos pasajes Bíblicos. Por
ejemplo, en el Libro de Jeremías leemos sobre un grupo de peregrinos que
lamentaban la destrucción del Templo: "Llegaron unos hombres de
Siquem, de Silo y de Samaria. Eran ochenta hombres, con la barba rapada, las
ropas rasgadas y llenos de rasguños, que en sus manos traían ofrendas e
incienso para llevar a la casa de Dios". (Jeremías 41:5). Vemos que
estos peregrinos se estaban lamentando y en consecuencia rasgaron su ropa, se
cortaron la piel, y afeitaron sus barbas. Por tanto resulta claro que el
afeitarse la barba junto con el rasgado de las vestiduras y cortarse la piel
son también actos de luto.
El hecho de que el afeitarse era un acto de luto
puede verter nueva luz en un pasaje bastante oscuro que hasta ahora ha
demandado una explicación. En 2Samuel 9:1-4 leemos que David envió emisarios al
rey de Hanun de Amon para consolarlo por la muerte de su padre. Por alguna
razón Hanun llegó al convencimiento de que los emisarios de David no habían
venido a consolarlo sino para espiar el territorio. En un extraño acto de
retribución él decidió cortar la mitad de sus barbas y enviarlos humillados de
vuelta a Israel. Leemos de este modo:
"(2) Y envió David a sus siervos para que lo
consolaran por su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra
de los hijos de Amón, los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún, su
señor: "¿Crees acaso que por honrar a tu padre, David te ha enviado
mensajeros a que te consuelen? ¿No te ha enviado David sus siervos para
reconocer la ciudad, inspeccionarla y destruirla?'. Entonces Hanún tomó a los
siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la
mitad hasta las nalgas, y los despidió."
Hasta ahora siempre había parecido extraño que
Hanun y sus consejeros sospecharan de los emisarios de David de ser espías sin
aparente justificación. Incluso más extraña aún resultaba su reacción, que tras
descubrir espías les cortara la barba. Teniendo en cuenta que los pueblos
antiguos afeitaban sus barbas como señal de duelo "por el muerto",
resulta claro por qué los consejeros de Hanun dudaron que los emisarios de
David vinieran a darle sus condolencias. Probablemente Hanun y sus camaradas se
sentaban en la corte real con las ropas rasgadas, la piel cortada y las barbas
afeitadas. Cuando los hombres de David llegaron con sus barbas sin afeitar, los
consejeros de Hanun supusieron que no habían venido a lamentar al rey muerto
sino a espiar el territorio. Ya que si ellos realmente habían venido a dar sus
condolencias al rey ellos llevarían sus barbas afeitadas, por tanto, para
enseñarles respeto por el muerto y humillarlos al mismo tiempo, Hanun dio orden
de que les cortaran la barba por la mitad!
En conclusión, Levíticos 19:27-28, Levíticos 21:4-5,
Deuteronomio 14:1-2 prohíben 4 actos diferentes de luto. Estos son:
1.
Recortarse una calva en la cabeza.
2.
Afeitarse la barba.
3.
Cortarse la piel.
4. Escribir
en la piel.
La inscripción de tatuajes como acto de luto es el
punto más vago de la lista. Sólo se menciona una vez en Levíticos 19:28 y no
vuelve a ser mencionado en toda la Ley, ni el resto de la Biblia. Pero tal
clase de prácticas religiosas que requerían un tatuaje, cortarse/rasguñarse la
propia piel, y/o cortarse el cabello de la cabeza y el de la barba no están hoy
día presentes en nuestra cultura Occidental. Por lo tanto, la advertencia
contra los tatuajes basados en la norma cultural, no pueden aplicarse hoy día.
Si debemos concluir automáticamente que tatuarse es
malo, entonces, también debemos concluir que afeitarse el cabello en la corona
de la cabeza y afeitarse los bordes en la barba del hombre, y comer carne medio
cruda son igualmente malos. Pero debido a que cortarse la coronilla y afeitarse
la barba no es en sí pecado, ¿cómo podemos concluir automáticamente que
tatuarse es de igual forma pecaminoso? La verdad es que nosotros no podemos
llegar a esa conclusión.
El Cristiano deberá considerar seriamente las
ramificaciones de una marca de por vida en su piel; la cual, con mucha
frecuencia se convierte en un estigma social y laboral. El Cristiano tendrá que
preguntarse si es o no un buen testimonio y esto, es algo que un Cristiano
deberá decidir consigo mismo y con el Espíritu Santo.
Debemos tener mucho cuidado al hablar de este tema,
ya que si las opiniones personales o emociones reemplazan las enseñanzas
Escriturales con relación a nuestra libertad en Cristo, y el resultado son la
división y la ira, entonces, aquellos que están creando división y juzgan
ligeramente a otros son los que están en pecado.