lunes, 4 de mayo de 2015

¿ES CORRECTO QUE UN CRISTIANO SE HAGA UN TATUAJE?
Para responder a esta pregunta, necesitamos ver lo que la Biblia dice acerca de esto.
Levítico 19:27-30: “27No haréis tonsura [rapar, pelar] en vuestras cabezas, ni dañareis la punta de vuestra barba. 28Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Dios. 29No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad. 30Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Dios.”

En estos  versículos se nos prohíbe que hagamos cuatro tipos de "cortes":
  1. Corte de pelo de la cabeza.
  2. Corte de pelo de la cara o barba.
  3. Corte en el cuerpo.
  4. Inscripción de signo alguno en el cuerpo, lo cual implicaba un tipo de “Corte en la piel”.

¿Qué es lo que prohíben expresamente estos cuatro mandamientos? Para entender estos cuatro mandamientos debemos considerar el significado de las palabras en su contexto inmediato así como en el más amplio contexto del Antiguo Testamento, y en el del mundo antiguo en el que la Ley fue dada.

Como puede ver, tatuarse se menciona en el contexto de prácticas paganas antiguas. El contexto en Levítico también les dice a los Israelitas no raparse o pelarse la corona de la cabeza ni dañarse la punta de la barba. Aparentemente, esta era la costumbre de los Egipcios y el pueblo de Dios fue llamado para estar separados de ellos. Pero, ¿por qué ese detalle acerca del cabello? Dios estaba preocupado acerca de las creencias supersticiosas de los Egipcios, los cuales se afeitaban la cabeza y la barba por un trasfondo religioso debido a su paganismo. Si éste fuera el caso, entonces, el pueblo de Dios ciertamente estaba llamado a estar separado de las falsas religiones de sus pueblos vecinos y por ende, de sus supersticiones. (Nota del Traductor: De acuerdo al Comentario Bíblico Moody del Antiguo Testamento, 1993, página 108 y con relación al versículo 27, la tonsura era una antigua costumbre religiosa Árabe. Tal prohibición de esta costumbre era necesaria si se debía distinguir entre los Judíos y los paganos.)

"Cortar en redondo el borde de tu cabeza" significa cortar el pelo alrededor de los lados de la cabeza. Muchos exégetas asocian esto con el "corte de cuenco pagano”. Un corte de cuenco era un antiguo corte de pelo con significado pagano que se realizaba poniendo un cuenco redondo sobre la cabeza y cortando todo el pelo que quedaba expuesto al exterior. Sin embargo, cuando la prohibición de cortarse el pelo se repite en Deuteronomio 14:1-2 leemos: "... no os haréis incisiones ni os raparéis calvicie entre los ojos a causa de un muerto". Puesto que la mayor parte de la gente no tiene pelo digno de mención "entre los ojos", esta frase es normalmente entendida con el significado de pelo en la frente, sobre los ojos. Teniendo esto presente, aprendemos dos cosas de Deuteronomio 14. En primer lugar, vemos que la prohibición no necesariamente se refiere a un corte de pelo estilo cuenco, sino a hacer alguna calva próxima al borde de la cabeza. En segundo lugar, vemos que la prohibición está específicamente referida a un contexto fúnebre. Es decir, lo que está prohibido es hacer una calvicie (tonsura) en la cabeza como un acto de luto "por una muerte". En tiempos antiguos, cuando alguien se moría sus parientes vivos estaban tan afligidos que se cortaban la piel hasta sangrar y afeitaban calvas en sus cabezas.

Aunque, al lector moderno cortarse el pelo pueda parecerle un acto extraño de luto, ésta era una práctica común en el mundo antiguo. De hecho, incluso la Ley permite a los no Israelitas realizar esta despreciable practica fúnebre en ciertos contextos. Esto es lo que leemos con respecto a la mujer Gentil cautiva: "Ella se rapará la cabeza... se quedará en tu casa llorando por su padre y por su madre un mes entero" (Deuteronomio 21:12-14). Como un acto de misericordia, la Ley permite a las mujeres irreligiosas afeitar su cabeza mientras se lamentan por la reciente muerte de su padre y su madre (cf. Deuteronomio 20:13-14). Ésta práctica de hacerse calvicies en la cabeza también la mencionan los profetas. Así leemos "Cambiaré vuestras fiestas en lloro y todos vuestros cantares en lamentaciones; haré que toda cintura vista harpillera y que se rape toda cabeza (hagan calvicies). Y volveré la tierra como en llanto por el hijo único, y su final será como día amargo". (Amos 8:10) Del mismo modo leemos: "Hazte calvez, y ráete la cabeza, por los hijos de tu deleite. Ensancha tu calvez como el buitre, porque se te han ido en cautiverio". (Miqueas 1:16).

Éstos son sólo dos de los muchos versículos relacionados con la práctica, en tiempos antiguos, de hacerse calvicies como acto de luto junto con los lamentos, rasgarse la ropa y vestirse de harpillera. Así cuando se nos prohíbe en Lev 19 y Deuteronomio  14 "no os haréis incisiones ni os raparéis a causa de un muerto" el significado es que no podemos rasurar nuestra cabeza ni ninguna otra parte de nuestro cuerpo como acto de luto o tristeza. No hay nada en el mandamiento de Lev 19 que implique que debamos dejar crecer los bordes del pelo o patillas. La única cosa prohibida en Lev 19:27 es afeitarse la cabeza como un acto de luto. El que uno se afeite la cabeza por razones estilísticas no supondría prohibición alguna en absoluto.

Por tanto hemos visto que al Israelita se le prohíbe hacer cortes en su carne y rasurar parte de su cabeza como actos de luto "por un muerto". En Levíticos 21 vemos una prohibición similar que se aplica específicamente a los descendientes de Aarón. En Levíticos 21 a los Kohanim se les prohíbe volverse ritualmente impuros por un muerto a excepción de sus parientes cercanos. Después de mencionar la lista de parientes por los que un Kohen puede volverse impuro leemos:

"No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose impuro. No harán tonsura en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán incisiones". (Levíticos 21:4-5)

El contexto del pasaje está explícitamente referido a lo relacionado con un muerto. En este caso, a los Kohanim se les prohíbe varias prácticas del luto. No sólo se le prohíbe que entren en contacto con los cuerpos muertos de sus amigos difuntos, sino que también se les prohíbe que se contaminen haciéndose calvas en sus cabezas, así como que afeiten sus barbas, y corten su piel. Vemos aquí que tres de las prohibiciones de Lev 19 y Deuteronomio 14 se repiten en Levíticos 21. En los tres pasajes los contextos implícitos y explícitos son de prácticas fúnebres.

Todas las personas de la antigüedad sabían que uno se corte la piel o se afeite la cabeza es un acto de luto y son estos actos de lamento los que están prohibidos en Levítico 19. Aunque las connotaciones de luto en los actos de cortarse la carne y afeitarse no pueden ser obvios para lector moderno, hemos visto que la propia Ley así como los profetas posteriores los consideran como actos característicos de luto junto con el llorar y el vestirse de harpillera. Hay que hacer notar que el Nazareo hace un voto de no afeitar su cabeza (Números 6:5). Al final del periodo de abstención, el Nazareo afeita toda su cabeza, tal nosotros leemos: "... el día que se cumpla el tiempo de su Nazareato vendrá a la puerta del Tabernáculo de reunión... Entonces el nazareo se afeitará su cabeza consagrada a la puerta del Tabernáculo de reunión, tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los pondrá sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz" (Números 6:13).

La razón por la que al Nazareo se le permite afeitar toda su cabeza es porque que él no está haciéndolo como un acto de luto. Del mismo modo leemos en 2Samuel 14:26 que todos los años Absalom, el hijo de Rey David, dejaba crecer su pelo y después afeitaba su cabeza. De nuevo, éste no era un acto de luto y en consecuencia le estaba permitido afeitarse la cabeza. ¿Dado que destruir / afeitar la barba es mencionado en el contexto de los ritos de luto prohibidos en Levíticos 19 y 21, debemos preguntarnos si también afeitarse la barba era un rito del luto prohibido? En otras palabras, ¿la prohibición de afeitarse la barba es una prohibición general para todas las ocasiones o está exclusivamente prohibido como acto de luto o tristeza?

Quizás la primera pista con respecto al afeitado de la barba de uno es la purificación ritual del "leproso". Leemos en Levíticos 14:9: "Al séptimo día se afeitará todo el pelo de su cabeza, la barba, las cejas de sus ojos, o sea, todo su pelo; lavará sus vestidos y bañará su cuerpo en agua, y quedará limpio". Vemos que en ciertos contextos a una persona se le exige afeitarse la barba e incluso que es un acto de purificación. Del mismo modo, leemos sobre la consagración de los Levitas: "Así harás para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación y haz pasar la navaja por todo su cuerpo; ellos lavarán sus vestidos y así quedarán purificados". (Números 8:7). De nuevo vemos que el afeitarse la barba e incluso todo el pelo no sólo está permitido sino que puede ser un acto de purificación. ¡Por el contrario, la prohibición de Levíticos 19 recae sobre afeitarse la cabeza o la barba como actos de luto!

Que afeitarse la barba era un acto de luto en tiempos antiguos resulta evidente a partir de muchos pasajes Bíblicos. Por ejemplo, en el Libro de Jeremías leemos sobre un grupo de peregrinos que lamentaban la destrucción del Templo: "Llegaron unos hombres de Siquem, de Silo y de Samaria. Eran ochenta hombres, con la barba rapada, las ropas rasgadas y llenos de rasguños, que en sus manos traían ofrendas e incienso para llevar a la casa de Dios". (Jeremías 41:5). Vemos que estos peregrinos se estaban lamentando y en consecuencia rasgaron su ropa, se cortaron la piel, y afeitaron sus barbas. Por tanto resulta claro que el afeitarse la barba junto con el rasgado de las vestiduras y cortarse la piel son también actos de luto.

El hecho de que el afeitarse era un acto de luto puede verter nueva luz en un pasaje bastante oscuro que hasta ahora ha demandado una explicación. En 2Samuel 9:1-4 leemos que David envió emisarios al rey de Hanun de Amon para consolarlo por la muerte de su padre. Por alguna razón Hanun llegó al convencimiento de que los emisarios de David no habían venido a consolarlo sino para espiar el territorio. En un extraño acto de retribución él decidió cortar la mitad de sus barbas y enviarlos humillados de vuelta a Israel. Leemos de este modo:

"(2) Y envió David a sus siervos para que lo consolaran por su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los hijos de Amón, los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún, su señor: "¿Crees acaso que por honrar a tu padre, David te ha enviado mensajeros a que te consuelen? ¿No te ha enviado David sus siervos para reconocer la ciudad, inspeccionarla y destruirla?'. Entonces Hanún tomó a los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió."

Hasta ahora siempre había parecido extraño que Hanun y sus consejeros sospecharan de los emisarios de David de ser espías sin aparente justificación. Incluso más extraña aún resultaba su reacción, que tras descubrir espías les cortara la barba. Teniendo en cuenta que los pueblos antiguos afeitaban sus barbas como señal de duelo "por el muerto", resulta claro por qué los consejeros de Hanun dudaron que los emisarios de David vinieran a darle sus condolencias. Probablemente Hanun y sus camaradas se sentaban en la corte real con las ropas rasgadas, la piel cortada y las barbas afeitadas. Cuando los hombres de David llegaron con sus barbas sin afeitar, los consejeros de Hanun supusieron que no habían venido a lamentar al rey muerto sino a espiar el territorio. Ya que si ellos realmente habían venido a dar sus condolencias al rey ellos llevarían sus barbas afeitadas, por tanto, para enseñarles respeto por el muerto y humillarlos al mismo tiempo, Hanun dio orden de que les cortaran la barba por la mitad!

En conclusión, Levíticos 19:27-28, Levíticos 21:4-5, Deuteronomio 14:1-2 prohíben 4 actos diferentes de luto. Estos son:
1.        Recortarse una calva en la cabeza.
2.       Afeitarse la barba.
3.       Cortarse la piel.
4.      Escribir en la piel.

La inscripción de tatuajes como acto de luto es el punto más vago de la lista. Sólo se menciona una vez en Levíticos 19:28 y no vuelve a ser mencionado en toda la Ley, ni el resto de la Biblia. Pero tal clase de prácticas religiosas que requerían un tatuaje, cortarse/rasguñarse la propia piel, y/o cortarse el cabello de la cabeza y el de la barba no están hoy día presentes en nuestra cultura Occidental. Por lo tanto, la advertencia contra los tatuajes basados en la norma cultural, no pueden aplicarse hoy día.

Si debemos concluir automáticamente que tatuarse es malo, entonces, también debemos concluir que afeitarse el cabello en la corona de la cabeza y afeitarse los bordes en la barba del hombre, y comer carne medio cruda son igualmente malos. Pero debido a que cortarse la coronilla y afeitarse la barba no es en sí pecado, ¿cómo podemos concluir automáticamente que tatuarse es de igual forma pecaminoso? La verdad es que nosotros no podemos llegar a esa conclusión.

El Cristiano deberá considerar seriamente las ramificaciones de una marca de por vida en su piel; la cual, con mucha frecuencia se convierte en un estigma social y laboral. El Cristiano tendrá que preguntarse si es o no un buen testimonio y esto, es algo que un Cristiano deberá decidir consigo mismo y con el Espíritu Santo.

Debemos tener mucho cuidado al hablar de este tema, ya que si las opiniones personales o emociones reemplazan las enseñanzas Escriturales con relación a nuestra libertad en Cristo, y el resultado son la división y la ira, entonces, aquellos que están creando división y juzgan ligeramente a otros son los que están en pecado.


1 comentario:

  1. Muy pero muy buena reflexiòn, particularmente me aclara muchas dudas y por supuesto me ayuda a expresarme correctamente sobre el tema cuando se presenten oportunidades. Gracias Señor. Dios te bendiga hijo, saludos.

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