martes, 11 de agosto de 2015


¿A QUÉ DIOS ADORAS?

El concepto que uno tenga de Dios es lo que le da forma al culto que rinde. Suponte que alguien te pide que describas cómo es Dios. ¿Por dónde empezarías? Hay quienes ven a Dios con canas y barba larga, como un anciano sentado sobre un trono. Otros se imaginan que Dios es un diligenciero cósmico que está obligado a cumplirles todos sus antojos. Otros más lo miran como un policía celestial, inclinándose sobre el balcón del cielo, listo para regañar a cualquiera que se atreva a buscar su propio placer.
Es porque la manera en que uno ve a Dios inevitablemente afecta la manera en que le ha de rendir culto, que es tan importante verlo tal y como es, y no como se le pudiera imaginar. De modo que quienes aprenden más de los atributos de Dios, y de sus hechos, tendrán un poderoso estímulo para su culto.

1- Los atributos de Dios:

Considera la magnitud y la maravilla de los atributos de Dios, tal como se revelan en las Escrituras. Los Salmos en particular están llenos de referencias a las cualidades de Dios. Es porque entiende el salmista los atributos divinos que le puede elevar su alabanza. Por ej, el Sal. 100, tan familiar, nos invita a entrar a los atrios de Jehová con acción de gracias y alabanzas. ¿Por qué? ‘Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones’. Los atributos de bondad, misericordia y fidelidad motivan a rendir culto.

Imagínate que alguien te entregara un papel en blanco. ¿Podrías hacer una lista de 10 o 15 atributos adicionales del Trino

Dios? ¿Por qué no lo intentas ahora?

La Biblia es una mina de información sobre el carácter de Dios. El Dios del uni-verso, infinito y lleno de majestad, quiso revelar su carácter a los seres humanos finitos. Él, y sólo él, hace posible que lo conozcamos y entendamos. Pero nuestro entendimiento no es con el fin de acumular datos cognitivos en el banco de la memoria. Dios nos ha revelado quién es, de modo que le obedezcamos y le rindamos la alabanza de la que sólo él es tan supremamente digno.

2- Los actos de Dios:

La revelación que Dios hace de sí mismo a través de sus actos en la historia también es una base para nuestro culto. El A.T. está lleno de los grandes actos de Dios. El hecho redimir Dios a Israel de Egipto movió a Moisés a escribir un himno de alabanza (Éxodo 15:1-18). Moisés escribió otro canto de adoración hacia el fin de su vida (ver Dt 31:30 a 32:43). Se trata de un relato lleno de preces por los actos portentosos de Dios a favor de Israel. Del mismo modo, Débora y Barac rememoraron los actos justos de Dios (Jue 5:1-11). Los Salmos es un libro repleto de remembranzas de alabanza a Dios por sus actos en la creación, por sostener al mundo y librar a su pueblo de esclavitud.

Quizás encuentres de ayuda intentar un experimento en tu devoción personal esta semana. Lee un pasaje de la Biblia. Luego vuélvelo a leer con papel y lápiz a la mano. Busca referencias a los atributos y a los hechos del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo. ¿Qué te enseña el pasaje acerca de quién es el Dios Trino y lo que él ha hecho? Escribe en sendas columnas la lista de estos atributos y actos. Luego usa la lista para tener un tiempo de oración, en el que expre-ses tu gratitud a Dios por cada cosa escrita en la hoja. Esto puede ser un buen ejercicio para amplíar tu comprensión de Dios y profundizar tu experiencia de culto. ¡Inténtalo!


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