lunes, 26 de mayo de 2014

DECISIONES

"La gente que no es confiable ni capaz de tomar buenas decisiones no recibirá nada del Señor." Santiago 1:7-8

La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes áreas de acción.

Tomar decisiones es algo que hacemos a diario, algunas son muy sencillas de tomar y otras por los factores que las componen son un tanto mas difíciles, sin embargo cada una de ellas hasta las más pequeñas merecen que les demos la importancia que requieren, no olvides que al tomar todas y cada una de ellas es nuestra vida y nuestro futuro es el que será alterado. Constantemente decidimos, y con eso nos arriesgamos al éxito o al error. Las decisiones en nuestra vida las podemos tomar de diferentes maneras:

 a.- Estilo impulsivo: Por lo general toma las decisiones de modo muy rápido, sin reflexión y sin analizar consecuencias de futuro. Confía en sus instintos.

 b.- Estilo dependiente: Es quien se deja llevar por los demás: amigos, moda, familia, personas de respeto para él, etc., tomando decisiones acorde con las opiniones o deseos de otros, pero no con las propias. No confía en sí mismo.

 c.- Estilo autónomo: Es la persona que no se deja influir por nada ni por nadie en sus decisiones. Confía extremadamente en sus capacidades.

d.- Estilo racional: Es la persona que busca información antes de tomar una decisión, analiza diferentes alternativas, sopesa  pros y contras de éstas y al final toma una decisión asumiendo el riesgo de ésta. Confía en los hechos.

De todos estos estilos, podemos determinar que la combinación del "dependiente" y el "racional" es lo que tiene más probabilidad de hacer que tengamos éxito en nuestras decisiones. Para nosotros como cristianos es necesario consultar a nuestros líderes y otros hermanos, así como razonar mediante la consulta a Dios, a través de su Palabra, la oración y la guía del Espíritu Santo.

Algunos consejos prácticos para tomar decisiones:

1.- Debes estar consciente que cada decisión que tomes tiene una consecuencia.

2.- Puedes pedir consejos, pero debemos escoger bien y  consultar personas que ya hayan superado una circunstancia similar a la tuya, personas que conozcan bien la Palabra de Dios y que sean reconocidos por su reflexión.

3.- Para tomar buenas decisiones es importante tomar una adecuada y completa información. Alguien dijo "un problema bien definido, es un problema medio resuelto."


4.- Ora, ora y ora. Nunca debes dejar de buscar la guía del Espíritu Santo, pídele a otros que oren por tu decisión.

lunes, 19 de mayo de 2014

PACIENCIA

"Ya te he presentado mi queja, y ahora voy a estar muy atento; voy a esperar tu respuesta." Habacuc 2:1
Vivimos en un mundo donde cada día se nos enseña que todo debe ser rápido para agilizar nuestro existir. Todo lo que queremos y deseamos alcanzar es preferible recibirlo para el día de ayer, lo queremos pronto, rápido, ya, ahora, ligero, apresurado de inmediato y al instante. Aprender a esperar es una de las cosas más difíciles para el ser humano.

Lejos de estimular la pasividad, este versículo llama a la decisión activa de descansar confiados en el Señor y en su tiempo perfecto. No es el cese de las actividades, sino la paz de espíritu que nos acompaña durante todo el día. Esperar con paciencia, tranquilidad y confianza. Esta clase de actitud es posible solo para quienes se han sometido a la autoridad de Dios. Si creemos y aceptamos que Él quiere lo mejor para nosotros, y que todo lo hace para nuestro bien, entonces podremos descansar en su derecho de elegir el método y el momento adecuados. Si verdaderamente confiamos en Él, no maniobraremos, no manipularemos, y no nos apresuraremos.

A veces Dios demora la respuesta a una oración hasta que hayas aprendido algo que Él quiera enseñar. A veces espera hasta que se produzcan las condiciones propicias para el resultado que quiere lograr.  Después de habernos sometido al Señor podemos esperar confiadamente en que su voluntad se hará presente. Él sabe exactamente qué hacer y cuándo lograrlo. El Señor tiene el poder de reacomodar cualquier detalle para llevar a cabo su plan. Lo único que tenemos que hacer es creerle, y esperar su intervención.

Esperar en Dios significa verlo a Él, no a nuestro reloj. Dios no usa reloj, pero nos da las cosas cuando es el mejor momento para nosotros, el tiempo más conveniente. Muchas veces arruinamos lo que Dios quiere hacer, o aún nuestras propias vidas, por apresurarnos y tomar decisiones incorrectas movidos por la ansiedad de ese apuro. Él espera que busquemos su presencia más que sus regalos. Disfrutar su compañía es mejor que cualquier dádiva. Si conociéramos lo que Dios conoce, haríamos exactamente lo que Él hace, por eso sólo queda confiar en El. 

La Biblia es nuestro fundamento en los tiempos de espera. Una de las cosas más sabias que usted puede hacer es leer las Sagradas Escrituras todos los días, y pedirle al Señor que le dé pasajes que traigan tranquilidad a su vida. 

Amados, quizás transcurran años hasta que sepas por qué Dios no respondió del modo que esperabas, o cuando se lo pediste, ¡pero el día llegará, y sabrás que Dios actuó acertadamente! 

¡Espera en el Señor!

viernes, 16 de mayo de 2014

YO SE QUIEN SOY


"Sin duda, el que cree que sabe mucho, en realidad no sabe nada." 1 Corintios 8:2



La verdad es que todos tenemos alguna idea de qué significa ser humilde, sin embargo, también he escuchado a personas expresar ideas erróneas sobre el tema. El apóstol Pablo sabia que una de las razones por las cuales los cristianos de Corinto pecaban al ofender a sus hermanos con ciertas conductas era por creerse mas sabios de lo que realmente eran.Ser humilde no es dejar que nos humillen, ni tampoco es hacer algo y dejar que otro se lleve el reconocimiento. Ser humilde significa pensar de mí mismo con moderación. Ser humilde significa ser realista con la percepción que tienes sobre tí mismo. Implica reconocer tus fortalezas, pero tus debilidades también; conocer tus talentos, pero también tus limitaciones. Todo lo que esté por encima de esta percepción objetiva de tí mismo es orgullo.



Por lo tanto, ser humilde es ser honesto sobre quién eres. Vivimos en un mundo donde la competencia por la aceptación social crece cada día más y eso lleva a muchos a vivir de apariencias y a mostrar actitudes para con otras personas que muchas veces son inapropiadas. Muchos prefieren crecer en posición social a raíz de maltratar la imagen de otros, hacerlos ver mal para ellos lucir mejor.
Lo correcto es disfrutar de quienes somos con sinceridad, si eres gracioso o inteligente, o tienes alguna otra cualidad  puedes demostrarla sin ser orgulloso. Debes recordar que la manera de decir las cosas y la intensión con el cual se dice influye en el asunto de la humildad. 



"Si realmente eres sabio, no presumas de lo que sabes; sólo los tontos se jactan de su estupidez." Proverbios 12:23



¿Te has puesto a reflexionar que el orgullo también es un problema en la persona que tiene un concepto menor de sí de lo que debe tener? Las personas que piensan que no son dignas de reconocimiento o que dejan que las humillen también buscan atención, pero de una forma distinta: a través de la lástima.  Cuando algo sucede y no se les reconoce, por lo general le dan la queja a alguien. Constantemente actúan deprimidos y/o decepcionados, muchas veces con el propósito de que alguien les pregunte sobre ello. No están siendo realistas ni objetivos sobre sus cuerpos o habilidades o conocimiento, etc y buscan porristas (cheerleaders) emocionales que los conviertan en el centro de atención. Es un orgullo oculto y buscan el reconocimiento por vía de la empatía y la lastima.

Debemos ser honestos y amarnos con equidad, y así cuidar de otors a nuestro alrededor

jueves, 15 de mayo de 2014

CIERRA LA BOCA

"El sabio sabe callar; el tonto habla y causa problemas". Proverbios 10:14

Si hay alguien que nos puede enseñar algo sobre la importancia de guardar silencio es Jesús. ¿Has pensado en el hecho de que el Señor durante treinta años llevó una vida normal y nunca dijo nada sobre su persona o misión divina en la tierra? 


Sólo María y José conocían el misterio del Hijo de Dios. Es por eso que cuando vuelve de nuevo al pueblo donde había vivido, sus vecinos se extrañan de su sabiduría y de sus milagros, pues sólo habían visto en Él una persona normal.

Proverbios nos aconseja que debamos medir nuestras palabras y aprender a medir y saber decir lo que necesitamos hablar. Abrir mucho la boca, hablando de más, generalmente conduce a la calamidad y problemas posteriores. El sabio nos resalta que hay que aprender a callar. Aprender a callar es una muestra de prudencia y discernimiento.

"Hablar mucho es de tontos; saber callar es de sabios". Proverbios 10:19 
"El que es imprudente critica a su amigo; el que piensa lo que dice sabe cuándo guardar silencio". Proverbios 11:12

El Señor Jesús también actuó con prudencia y discernimiento sin pronunciar palabra en momentos claves de su ministerio acá en la tierra. Por ejemplo, cuando sus enemigos generaron un ambiente de hostilidad hacia él, comprendió que de nada serviría hablar, así que “se quedó callado” (Mateo 26:63). Más tarde, cuando fue acusado ante Pilato, Jesús “no contestó nada”. Antes bien, fue prudente y prefirió que los actos que había realizado en público hablaran por sí mismos (Mateo 27:11-14).

Nosotros también deberíamos aprender a guardar silencio cuando otras personas nos provocan. Si nos apresuramos a responder a la provocación, probablemente digamos algo que no deberíamos. Y luego, puede que comprendamos que nuestras palabras han sido insensatas y solo queda asumir las consecuencias.

Una lengua incontrolada y suelta, puede traer grandes enemistades y desgracias. La Biblia resalta que aunque la lengua es bien pequeñita, conduce nuestra  vida como el timón de grandes naves contra vientos y tempestades (Santiago 3:4).

Cuando callamos, comprendemos que la situación merece meditación, que necesitamos tiempo para pensar, para pedir consejo y así poder dar una respuesta adecuada, guiada por el amor y no por las circunstancias del momento. Tanto para hablar como para callar, se requiere prudencia. Por eso, es importante no dejarnos llevar por el impulso y detenernos a analizar el momento, la situación y la disposición, de las personas que intervienen en el proceso de comunicación, para asegurarnos de que es el momento adecuado para intervenir y de que seremos comprendidos.

"Hasta el tonto pasa por sabio si se calla y mantiene la calma". Proverbios 17:28

Amados hermanos en Cristo, esforcémonos por dominar la lengua con el Señorío de Cristo en nuestras vidas, aprendamos a callar y a meditar en cada palabra que salga de nuestra boca.

miércoles, 14 de mayo de 2014

LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO

"...Pero todos fuimos bautizados por el mismo Espíritu Santo, para formar una sola iglesia y un solo cuerpo. A cada uno de nosotros Dios nos dio el mismo Espíritu Santo". 1 Corintios 12: 13

El bautismo del Espíritu ciertamente ocurrió por primera vez en el día de Pentecostés, pero es una experiencia de la cual participan todos los creyentes, como bien afirma Pablo en el pasaje que acabamos de leer. El bautismo del Espíritu Santo es una experiencia que no se pierde; es única, ocurre una sola vez en el momento en que el individuo comienza a creer en la persona de Jesús como Señor y Salvador. Es ese bautismo lo que coloca a esa persona, que había sido no creyente hasta ese momento, dentro de la familia de Dios. Eso ocurre una sola vez, el día que usted creyó en Cristo genuinamente y de corazón, como Señor y Salvador, arrepintiéndose de sus pecados.

Es importante reconocer la diferencia entre el ser "bautizado por el Espíritu" y el ser "lleno del Espíritu".  Hay un solo bautismo.  que nos une al cuerpo de Cristo y nos abre la puerta a todas las bendiciones que conlleva ser parte de la iglesia de Dios . El ser lleno del Espíritu es una de esas bendiciones que debemos buscar de continuo en nuestra vida.

No todos los creyentes experimentan la llenura del Espíritu Santo. El apóstol Pablo nos manda de forma imperativa a no embriagarnos con vino, "sino sed llenos del Espíritu" (Efesios 5:18 ). De manera que el apóstol nos está dando no una opción sino un mandato, inspirado por el Espíritu de Dios; el mandato es ser lleno del Espíritu. Lamentablemente aunque esto es un mandato, no todos los cristianos experimentan la llenura porque esta llenura depende de cuánto nosotros estemos en condiciones de cederle el control de nuestras vidas a Dios. En la medida en que nosotros nos rendimos a Dios, en esa misma medida el Espíritu de Dios hace su trabajo en nosotros.

Por otro lado, necesitamos también tener pendiente que esa llenura del Espíritu Santo, que puede ocurrir de forma recurrente, se da a lo largo de la vida del creyente y es una experiencia que todo creyente debiera experimentar. Es esta llenura lo que le va a permitir vivir una mejor vida de obediencia y le va a permitir también hacer el mejor uso de los dones del Espíritu.

 El papel del Espíritu Santo es primordial en la obra de la iglesia y el ser llenos del poder del Espíritu de Dios es de vital importancia para todo creyente.


El pecado es lo que nos separa de la llenura del Espíritu Santo, y la obediencia a Dios es lo que mantiene Su llenura. Aunque nuestra meta debe ser el ser llenos como se nos ordena en Efesios 5:18, no es el orar por ello lo que nos llena del Espíritu Santo. Es sólo nuestra obediencia a los mandatos de Dios lo que permite la libertad del Espíritu para trabajar dentro de nosotros. Debido a nuestra naturaleza pecaminosa, es imposible para nosotros permanecer llenos del Espíritu todo el tiempo. Por esto, debemos tratar inmediatamente con el pecado que surja en nuestras vidas, y renovar nuestro compromiso de ser llenos y guiados por el Espíritu Santo.


martes, 13 de mayo de 2014

ACEPTA LA CORRECCIÓN

"Si quieres ser sabio, acepta las correcciones que buscan mejorar tu vida." Proverbios 15:31 



Realmente no es fácil recibir correcciones. A mucha gente no le gusta y no quieren saber nada sobre ellas. Pero tenemos que aprender a recibirlas y a meditar adecuadamente en ellas. Si prestamos atención, la corrección nos anima a vivir vidas más consagradas y, al mismo tiempo, marca nuestras debilidades. En la Palabra de Dios encontramos los principios necesarios para guiar nuestras vidas, y Dios mismo nos ha dado al Espíritu Santo para que nos dirija, pero también el Padre Celestial utiliza a otras personas para corregirnos como parte de trabajo en nuestra vida.

Si fueras cien por ciento obedientes al Espíritu Santo, no sería necesario que Dios usara a otros para corregir nuestros errores. Pero cuando ignoramos ese susurro apacible dentro de uno, que no es otro sino el Espíritu Santo a través de las Escrituras, Dios interviene usando a un hermano o hermana para darnos una disciplina con amor, una crítica constructiva, que nos dará ánimo para vivir una vida más consagrada. Debemos aprender a recibir y a dar palabras de corrección en amor.

En esta sociedad la costumbre es "evitar" el conflicto  y se prefiere utilizar indirectas, las cuales más bien irritan a la otra persona, y esperamos que ésta comprenda nuestra intención y cambie. Sin embargo, el pasaje de hoy enseña que no es tan traumático dar y recibir críticas, si las hacemos con el amor y el poder del Espíritu Santo. La corrección pasa casi desapercibida, pues la relación entre el que la recibe y el que la da está guiada por el Espíritu Santo. Debemos hablar la verdad con amor en tal forma que evite toda confrontación o resentimiento, con palabras que toquen corazones deseosos de aprender. La corrección es útil cuando es motivada por el amor en lugar de la condenación, el apóstol Pablo nos da ejemplo de ello.

"No les escribo esto para avergonzarlos. Al contrario, lo que quiero es darles una enseñanza, pues los amo como si fueran mis hijos."
1 Corintios 4:14

A menudo sucede que nos confundimos en el concepto de la corrección,  y esta se extiende mas allá de lo que nos pide el Señor, y en vez de corregir, solo causamos heridas y dolor, por tanto debemos ser muy prudentes al hacerla, es decir esta debe hacerse siempre con compasión y como respuesta al cariño que tenemos a quien le hablamos. Es necesario corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr el crecimiento del ser interpelado, si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el precepto: "si tu hermano pecare contra ti, repréndalo estando a solas con él" Mateo 18:15

Debemos mejorar en Dios nuestras habilidades para corregir y aceptar corrección. Mientras mejor cumplamos con estas dinámicas nuestras vidas serán bendecidas por Dios y seremos de bendición a otros.

"El que oye consejo y acepta que lo corrijan acabará siendo sabio." Proverbios 19:20



viernes, 9 de mayo de 2014

FIRMES DE CARÁCTER 

"pues quienes titubean son inconstantes en todo lo que hacen".  Santiago 1:8


En la versión RV60 se utiliza la expresión, "persona de doble animo".  Ser inconstante, titubar, o tener doble ánimo,  es cuando la persona  no persevera en su posición o decisión, es cuando hoy dice si y mañana no, es cuando hoy cree en Dios porque  está bien y mañana no tanto porque las cosas están mal a su alrededor, es cuando hoy es una  persona de fe y mañana no lo es, es cuando hoy tiene la convicción de algo y  mañana ya no está convencido de nada.

Existe una gran necesidad en estos días tan difíciles que tiene el mundo de estar  firmes en la palabra de Dios, es necesario pedirle a Dios firmeza  y pedirle que nos dé un corazón estable e inamovible pues el mundo entero padece  de confusión y ya nada parece ser lo que realmente es, estamos en  días en que a lo bueno se le llama malo y a lo malo bueno.

Santiago no le  estaba escribiendo a un montón de desconocidos, Santiago le estaba escribiendo  a Cristianos, a sus hermanos en la fe, más él mismo les advierte que el que sea  de esta manera, que no espere  nada de Dios, pues termina diciendo que la persona de doble animo es  inconstante en TODOS sus caminos.

El hombre de doble animo no confía en Dios, sino en lo que el mismo puede hacer en sus propias fuerzas, en lo que cree que otros pueden hacer por ellos, y por tal motivo, al menor fracaso cambia su ánimo. Algo que delata fácilmente a la persona de doble ánimo es “la duda”.

“Pero  pida con fe,  no dudando nada;  porque el que duda es semejante a la onda del  mar, que es arrastrada por el viento y  echada de una parte a otra.”   Santiago 1:6

El Apóstol compara a la persona llena de dudas con una  onda del mar, si usted alguna vez se han detenido a observar el movimiento del mar veras que las olas no se crean por sí  mismas, las olas no tienen voluntad propia sino que cualquier ráfaga de viento de donde venga las mueve de un lugar a otro, la ola es inconstante, es flexible, esta aquí y luego allá, así nos dice la biblia que es la persona que duda.

Amados, en momentos donde la sabiduría humana fracasa y todos nos preguntamos que se puede hacer para salir victoriosos en los momentos de prueba, es necesario acudir a la sabiduría de Dios. 

"Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídesela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche".       Santiago 1:5

Si dependemos de nuestra propia sabiduría, caeremos en desánimo, frustración y perderemos el gozo del Señor.  Ahora es tiempo de mantenernos enfocados en hablar del amor de Dios a todos los que estan sin aliento en este mundo confundido. 

No te dejes desaninar, persevera en la verdad, y veras la Gloria de Dios.

"No llores, pues el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido..."  Apocalipsis 5:5

miércoles, 7 de mayo de 2014

¿A QUIÉN ESCUCHAS TU?

"No hay rey que cometa errores, si deja que Dios lo aconseje." Proverbios 16:10

Seguramente podemos pensar en muchas ocasiones en las que no hemos estado a la altura de lo que nos exige la Palabra de Dios. Santiago 3:2 dice: "TODOS tropezamos muchas veces...”

La reacción de algunos es justificarse, restar importancia a la gravedad de sus actos o echar la culpa a otros. El mejor proceder, sin embargo, es escuchar los consejos de Dios y ponerlos por obra. El detalle esta en saber escoger a quienes serán nuestros consejeros acá en la tierra, ya que no todo consejo que sale de la boca del hombre proviene de Dios.

"Quien con sabios anda a pensar aprende; quien con tontos se junta acaba en la ruina." Proverbios 13:20

Un ejemplo Bíblico es el caso de Roboam, quien luego de escuchar los consejos de los mismos sabios que ayudaron a su padre a reinar, no acepto sus consejos y prefirió escuchar a sus amigos, el resultado fue la calamidad de su reinado.

"Pero Roboam no les hizo caso. En vez de eso les pidió consejo a los muchachos que habían crecido con él y que estaban a su servicio." 1 Reyes 12:8

Hay muchas cosas en as cuales al momento de decidir tenemos plena libertad porque son de libre elección por su poco grado de importancia, pero en muchas áreas de la vida necesitamos a quienes nos ayuden a entender el mejor proceder de parte de Dios. Al momento de escoger a nuestros consejeros deben ser personas que cuando nos den opiniones, estas vengan fundamentadas en la Biblia, deben ser personas con las que nos identificamos en su visión de mundo, que por su experiencia en la vida y ministerio nos den evidencia de que aplican lo que profesan, deben ser personas que no busquen su propio bien al dar consejos, sino que sean objetivos. Es importante que sean personas de carácter sólido, con integridad, y que sus valores y creencias nos inspiren a escucharles. No deberías tener sólo un consejero, pero esto no significa que se debe buscar escuchar a quien conviene porque dice lo que se busca y no lo que viene de Dios.

"Ningún proyecto prospera si no hay buena dirección; los proyectos que alcanzan el éxito son los que están bien dirigidos." Proverbios 15:22

Lo peor que podemos hacer es escuchar consejos y no obedecerlos, esto no sólo puede traer el caer en el error, sino que afecta la relación con el consejero, la buena relación con la consejería cristiana competente requiere que nos movamos más allá del simple enfrentamiento con el pecado o la modificación de la conducta. La consejería cristiana competente debe proveer orientación y medios por los cuales entremos en un programa de desarrollo espiritual deliberado y consciente, donde prevalezca el amor de Cristo. El efecto será la clase de formación espiritual en el aconsejado que con el tiempo desarrolle el tipo de carácter, mente, y hábitos piadosos que armonicen con la vida de Cristo. Si el aconsejado no aplica los consejos, el consejero entenderá que no tiene el respeto de quien le consulta, cosa que es normal, pero al identificarlo ambos deben buscar nuevas relaciones y dejar de perder el tiempo.


Amados, busquemos los consejos que nos harán crecer en conducta y prosperar en el camino de Dios