martes, 13 de mayo de 2014

ACEPTA LA CORRECCIÓN

"Si quieres ser sabio, acepta las correcciones que buscan mejorar tu vida." Proverbios 15:31 



Realmente no es fácil recibir correcciones. A mucha gente no le gusta y no quieren saber nada sobre ellas. Pero tenemos que aprender a recibirlas y a meditar adecuadamente en ellas. Si prestamos atención, la corrección nos anima a vivir vidas más consagradas y, al mismo tiempo, marca nuestras debilidades. En la Palabra de Dios encontramos los principios necesarios para guiar nuestras vidas, y Dios mismo nos ha dado al Espíritu Santo para que nos dirija, pero también el Padre Celestial utiliza a otras personas para corregirnos como parte de trabajo en nuestra vida.

Si fueras cien por ciento obedientes al Espíritu Santo, no sería necesario que Dios usara a otros para corregir nuestros errores. Pero cuando ignoramos ese susurro apacible dentro de uno, que no es otro sino el Espíritu Santo a través de las Escrituras, Dios interviene usando a un hermano o hermana para darnos una disciplina con amor, una crítica constructiva, que nos dará ánimo para vivir una vida más consagrada. Debemos aprender a recibir y a dar palabras de corrección en amor.

En esta sociedad la costumbre es "evitar" el conflicto  y se prefiere utilizar indirectas, las cuales más bien irritan a la otra persona, y esperamos que ésta comprenda nuestra intención y cambie. Sin embargo, el pasaje de hoy enseña que no es tan traumático dar y recibir críticas, si las hacemos con el amor y el poder del Espíritu Santo. La corrección pasa casi desapercibida, pues la relación entre el que la recibe y el que la da está guiada por el Espíritu Santo. Debemos hablar la verdad con amor en tal forma que evite toda confrontación o resentimiento, con palabras que toquen corazones deseosos de aprender. La corrección es útil cuando es motivada por el amor en lugar de la condenación, el apóstol Pablo nos da ejemplo de ello.

"No les escribo esto para avergonzarlos. Al contrario, lo que quiero es darles una enseñanza, pues los amo como si fueran mis hijos."
1 Corintios 4:14

A menudo sucede que nos confundimos en el concepto de la corrección,  y esta se extiende mas allá de lo que nos pide el Señor, y en vez de corregir, solo causamos heridas y dolor, por tanto debemos ser muy prudentes al hacerla, es decir esta debe hacerse siempre con compasión y como respuesta al cariño que tenemos a quien le hablamos. Es necesario corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr el crecimiento del ser interpelado, si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el precepto: "si tu hermano pecare contra ti, repréndalo estando a solas con él" Mateo 18:15

Debemos mejorar en Dios nuestras habilidades para corregir y aceptar corrección. Mientras mejor cumplamos con estas dinámicas nuestras vidas serán bendecidas por Dios y seremos de bendición a otros.

"El que oye consejo y acepta que lo corrijan acabará siendo sabio." Proverbios 19:20



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