ACEPTA
LA CORRECCIÓN
"Si quieres ser sabio, acepta las correcciones que buscan mejorar tu vida." Proverbios 15:31
Realmente no
es fácil recibir correcciones. A mucha gente no le gusta y no quieren saber
nada sobre ellas. Pero tenemos que aprender a recibirlas y a meditar
adecuadamente en ellas. Si prestamos atención, la corrección nos anima a vivir
vidas más consagradas y, al mismo tiempo, marca nuestras debilidades. En la
Palabra de Dios encontramos los principios necesarios para guiar nuestras
vidas, y Dios mismo nos ha dado al Espíritu Santo para que nos dirija, pero
también el Padre Celestial utiliza a otras personas para corregirnos como parte
de trabajo en nuestra vida.
Si
fueras cien por ciento obedientes al Espíritu Santo, no sería necesario que
Dios usara a otros para corregir nuestros errores. Pero cuando ignoramos ese
susurro apacible dentro de uno, que no es otro sino el Espíritu Santo a través
de las Escrituras, Dios interviene usando a un hermano o hermana para darnos
una disciplina con amor, una crítica constructiva, que nos dará ánimo para
vivir una vida más consagrada. Debemos aprender a recibir y a dar palabras de
corrección en amor.
En esta sociedad la costumbre es "evitar" el conflicto y se
prefiere utilizar indirectas, las cuales más bien irritan a la otra persona, y
esperamos que ésta comprenda nuestra intención y cambie. Sin embargo, el pasaje
de hoy enseña que no es tan traumático dar y recibir críticas, si las hacemos
con el amor y el poder del Espíritu Santo. La corrección pasa casi
desapercibida, pues la relación entre el que la recibe y el que la da está
guiada por el Espíritu Santo. Debemos hablar la verdad con amor en tal forma
que evite toda confrontación o resentimiento, con palabras que toquen corazones
deseosos de aprender. La corrección es útil cuando es motivada por el amor en
lugar de la condenación, el apóstol Pablo nos da ejemplo de ello.
"No les escribo esto para avergonzarlos. Al contrario, lo que quiero es darles una enseñanza, pues los amo como si fueran mis hijos."
1 Corintios 4:14
A menudo sucede que nos confundimos en el concepto de la
corrección, y esta se extiende mas allá de lo que nos pide el Señor,
y en vez de corregir, solo causamos heridas y dolor, por tanto debemos ser muy
prudentes al hacerla, es decir esta debe hacerse siempre con compasión y como
respuesta al cariño que tenemos a quien le hablamos. Es necesario corregir por
amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr el
crecimiento del ser interpelado, si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el
precepto: "si tu hermano pecare contra ti, repréndalo estando a
solas con él" Mateo 18:15
Debemos mejorar en Dios nuestras habilidades para corregir y
aceptar corrección. Mientras mejor cumplamos con estas dinámicas
nuestras vidas serán bendecidas por Dios y seremos de bendición a
otros.
"El que oye consejo y acepta que lo corrijan acabará siendo sabio." Proverbios 19:20
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